Todos sabemos que cualquier exceso no es bueno para nuestra salud ni nuestro bienestar. El alcoholismo es una enfermedad progresiva, crónica y degenerativa, con síntomas que incluyen una fuerte necesidad de tomar a pesar de las consecuencias negativas.
Esta enfermedad al ser crónica, el mismo organismo se hace cada vez más tolerante, es decir que requiere dosis más elevada a medida que pasa el tiempo.
Esta situación facilita la adicción, la cual es acompañada de grandes dificultades por detener el consumo cuando se empieza a beber. Al suspender la utilización de alcohol, se desarrollan síntomas como náuseas, temblores y ansiedad.
Es una enfermedad seria, que causa mucho daño en el organismo, en el aspecto social.
Síntomas del alcoholismo
El alcoholismo afecta muchos órganos llevándolos a un deterioro, como el estómago, el hígado y el corazón. Contrayendo una serie de enfermedades que se relacionan con el consumo reiterado de bebidas alcohólicas, como la cirrosis hepática y las enfermedades cardiacas.
Muy preocupante cuando se trata de mujeres embarazadas, donde el alcohol en el organismo se transforma toxico para el feto. Y hasta puede llegar a perder el embarazo, y si no es así el niño nazca con trastorno en su desarrollo.
Tratamiento para el alcoholismo
El alcoholismo es una enfermedad tratable y la medicación ha llegado a estar disponible para prevenir las recaídas, pero la cura aún no ha sido encontrada. Ello significa que es posible sostener la abstinencia por un periodo largo de tiempo, con lo cual la salud del alcohólico mejora, sin embargo la recaída es un riesgo permanente.