¿Cómo utilizar correctamente los complementos alimenticios?

Suplementos alimenticios

Los complementos alimenticios están floreciendo, ya sea en línea, en los supermercados o incluso en las farmacias. Algunos elogian las virtudes de estos suplementos, otros los condenan. Pero, entonces, ¿Cómo separar lo verdadero de lo falso?

¿Qué son los complementos alimenticios?

En forma de cápsulas, tabletas, pastillas, polvo, pero también en forma de barras energéticas para atletas, los complementos alimenticios se caracterizan por la concentración de un nutriente o una mezcla de varios nutrientes.

Pueden ser diversos y variados en cuanto a su composición. Algunos son ricos en macronutrientes como las proteínas, mientras que otros son ricos en micronutrientes como las vitaminas y los minerales. Incluso hay compuestos de plantas.

¿Por qué consumir complementos alimenticios?

Los complementos alimenticios se utilizan con mayor frecuencia para combatir una o más deficiencias.

Más allá de las carencias, también se consumen para prevenir determinadas enfermedades. Los complementos alimenticios a base de omega 3 asegurarán el funcionamiento normal de todo el sistema cardiovascular y, por tanto, tendrán un papel en la prevención de las enfermedades cardiovasculares. Además, son importantes a nivel hormonal y luchan activamente contra la inflamación.

Un buen complemento alimenticio a base de potasio ayudará a prevenir la presión arterial alta.

Una mezcla de complementos alimenticios tendrá como objetivo fortalecer su inmunidad y darle un impulso de energía.

Algunos atletas, en particular los mejores, pueden necesitar tomar complementos alimenticios. Recurrirán a suplementos ricos en proteínas y aminoácidos para promover el aumento de masa muscular o con el objetivo de perder grasa.

Las distintas “proteínas de suero” que se utilizan para el deporte son complementos alimenticios extraídos del líquido de los productos lácteos. Están hechos de suero que es una proteína de muy alta calidad.

¿Por qué no consumirlos en exceso?

Los complementos alimenticios son de hecho muy útiles. Sin embargo, un consumo excesivo puede conducir al desarrollo de efectos secundarios más o menos importantes.

Hay diferentes síntomas: trastornos respiratorios, dolores de cabeza más o menos violentos, incapacidad para orinar parcial o total.

Tomemos el potasio como ejemplo. En exceso, provoca alteraciones del ritmo cardíaco o incluso paros cardíacos que pueden provocar la muerte.

Demasiado hierro en la sangre también causa consecuencias más o menos graves en el organismo, que pueden ir desde la simple fatiga hasta problemas de erección o incluso problemas cardíacos. En el peor de los casos, es posible que la hiperferritinemia induzca diabetes tipo 2 al destruir los islotes de Langerhans (células del páncreas que secretan insulina).

En conclusión, los complementos alimenticios pueden ser beneficiosos, si es necesario, para el buen funcionamiento del organismo. Aún debe tener cuidado de no consumirlos en exceso para evitar efectos secundarios. Será necesario consultar a su médico o dietista para utilizarlos de forma segura.