Hemos hablado en artículos anteriores sobre el efecto de los alimentos en la salud. Gracias a los avances que ha hecho la ciencia en el campo de la nutrición muchos estudios confirman lo que se sabia de nuestros antepasados sobre las hierbas y las comidas terapéuticas.
Los efectos del te verde, de las especias por ejemplo, o los Omega-6 contenidos en los pescados azules. También hemos hablado del hecho comprobado en diferentes estudios del efecto que la dieta mediterránea tiene en la prevención de enfermedades degenerativas como Alzheimer, artritis etc.
Pensemos en las propiedades del aceite de oliva virgen y la albahaca que estamos usando en una salsa pesto para unos espaguetis.
La planta de la albahaca tiene propiedades medicinales, es digestiva y favorece el tratamiento de la gastritis, la digestión y la formación de flato.
Abre el apetito y estimula la producción de leche en las mujeres lactantes. Es antivomitiva, refuerza el sistema nervioso.
Su contenido en eugenol le otorga propiedades anticoagulantes y ayuda a mejorar la circulación sanguínea. También ayuda para el mal de altura.
Ayuda en el caso de inflamaciones de la boca y mal aliento.
El aceite de oliva virgen que usamos en la salsa contiene muchos polifenoles un antioxidante natural.
El aceite de oliva, tanto el virgen como el extra, rico en vitaminas A, D, E y K. ademas de minerales como el calcio, fósforo, magnesio y zinc. Ayuda a evitar la acidez gástrica, mejora la presión arterial, ayuda a controlar el nivel de azúcar en la sangre y reduce el riesgo de padecer enfermedades coronarias.
Estudios han demostrado que 5 mililitros de aceite de oliva” extra virgen” tienen el mismo efecto antiinflamatorio y antidoloroso que una pastilla. El consumo no exagerado de cerca de dos cucharadas diarias en las comidas tiene un efecto benéfico en la salud.
Si consideramos ademas el queso parmesano, que tiene una gran cantidad de nutrientes y calcio y fósforo, ademas una rica fuente de proteínas. El queso pecorino, y
Los piñones, que contienen fibra, vitamina B1, E, minerales como potasio, fósforo, calcio, magnesio y hierro, ácido fólico y grasas saturadas y poliinsaturadas.