Salud y Bienestar

No es algo irreal que el exceso de calor no es ideal para la salud y el bienestar, pero si es cierto que cuando estamos asados de calor, sudando y no descansando bien, nos irritamos con mucha mayor facilidad, el calor nos pone mucho más irritables, es un hecho científico.

Conforme va pasando el tiempo, aumenta el calor, nos volvemos mucho más descontrolados, y funcionamos como una olla a presión, podemos aguantar la compostura, podemos intentar controlarnos, pero se convierte en un imposible.

El calor con temperaturas muy altas parece que es capaz de estimular la amígdala, una zona que se encuentra en el cerebro y que es la que regula la agresividad de las personas. Cuando la temperatura ambiente es de 25 grados o más, esta zona se activa provocando los cabreos monumentales que tienen mucha gente y que nadie estamos a salvo de ellos.

Aunque es cierto que hay persona que son más sensibles al calor y que no están acostumbradas al mismo, no todas las personas reaccionan de la misma forma ante un mismo estímulo, e incluso hay quienes reaccionan más ante temperaturas frías, que pueden ocasionar estrés y provocar alguna conducta violenta.

Es cierto que tanto el calor como el frío pueden provocar momentos violentos, dependiendo de las personas, sobre todo el calor, puede provocar momentos de tensión y estrés en las personas.

Pero también es verdad que tienen que influir otros factores para poder perder el control, una larga espera, unas colas interminables, ambiente poco relajado, y mucha gente acumulada en un espacio cerrado sin ventilación que puede provocar una aumento significativo de las temperaturas.

Para que no perdamos los nervios por las altas temperaturas y a la vez no perdamos los papeles en situaciones de por estrés de calor, es importante antes de sentirnos irritados y malhumorados, tomar agua, mucho agua, porque la deshidratación puede ser la causa de esos arrebatos. Debemos beber agua, respirar hondo, y hacer que la sangre y el cerebro se oxigene.

Una buena alimentación a base de alimentos ligeros y típicos del verano como una dieta mediterránea ayuda mucho a estar más tranquilo, la carne roja, ayuda a una excitación. La importancia de la comida es fundamental, somos lo que comemos.

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Y Recuerda Siempre:

“La salud no es conocida hasta que es perdida” “El que bien come y bien digiere, sólo de viejo se muere”

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