El glaucoma es una enfermedad que perjudica el nervio óptico del ojo perjudicando el bienestar y la salud de las personas que lo padecen. El nervio óptico tiene una conexión directa con la retina y está constituido por muchas fibras nerviosas. El nervio óptico envía señales desde la retina al cerebro, donde éstas señales se descifran en las imágenes que vemos.
El glaucoma es una de las enfermedades más frecuentes en la vista y afecta a cientos de personas cada año. El tratamiento del glaucoma es imprescindible iniciarlo al momento mismo que se descubre la enfermedad, para así evitar daños irreversibles.
Síntomas y tratamiento del glaucoma
Cuando esta enfermedad es diagnosticada rápidamente y se realiza un estricto tratamiento del glaucoma las consecuencias son de menor intensidad y no llegan a sufrir daños irreparables.
El glaucoma va destruyendo el tejido ocular por causa de la alta presión ocular, cuanto mayor es el tiempo de padecer este problema el daño se acentúa y va quitando la visión al paciente en algunas situaciones sin que el mismo tenga conciencia de esto.
Las personas que tienen antecedentes familiares y que fueron sometidos a algún tratamiento del glaucoma se los recomienda realizarse estudios por lo menos una vez al año, para así estar seguros y descartar esta enfermedad o localizarla a tiempo.
Características de personas mas propensas a un glaucoma
Las personas que tienen antecedente familiar de la enfermedad.
Las personas de la tercera edad.
Las personas que sufren Miopía, Diabetes o cierta enfermedad cardiovascular o neo vascular.
Los pacientes que ejecutan tratamientos prolongados con corticosteroides.
Los pacientes que alguna vez ya fueron intervenidos quirúrgicamente en los ojos.
Tratamientos para el glaucoma
Estos están separados en tres tipos de glaucoma: el congénito, el de ángulo abierto (simple) y el de ángulo cerrado (agudo). El tratamiento del glaucoma de origen congénito se debe tratar desde la niñez para así controlarlo e impedir daños mayores.
Este tipo de glaucoma puede ser detectado desde muy temprana edad, ya que los niños no consiguen tener los ojos abiertos cuando hay mucha luz o reflejo presentando lagrimeo habitual. Uno de los principales síntomas más claros es que la córnea va perdiendo tenazmente la transparencia y coge tonos blancos; paralelamente el ojo se va ampliando de tamaño.
El tratamiento del glaucoma ángulo abierto y cerrado puede ser tratado por medio de un procedimiento láser, éste es uno de los más positivos y a través de ésta aplicación se consigue el correcto paso del humor acuoso obteniendo así que se reduzca la tensión y la presión ocular.
El glaucoma de ángulo abierto es el más común de todos y se origina por un deterioro que se va produciendo poco a poco, por lo que es primordial realizar un tratamiento del glaucoma desde el momento de descubrirlo.
En el caso de ángulo cerrado o agudo, se exhibe de un modo más repentino incitando fuertes dolores por elevarse la tensión por sobre lo normal y la pérdida de la visión es más agresiva.
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