El aceite esencial de caléndula se extrae de las flores de la planta con el mismo nombre. La caléndula es una planta que se ha usado desde la antiguedad para hacer gran cantidad de remedios caseros, ya que tiene muchas propiedades medicinales y cosméticas.
Aunque se puede comprar ya hecho, este es uno de los pocos aceites esenciales que podemos hacer en casa, ya que sólo necesitamos flores de caléndula y un acite que nos sirva de base (recomendamos especialmente el de oliva o el de sésamo).
Lo único que tienes que hacer es poner a macerar las flores con el aceite durante seis semanas en un sitio donde les de el sol y agitar de vez en cuando. Una vez trasncurrido ese tiempo (y para que no pierda propiedades) consérvalo en un lugar alejado del sol.
Propiedades. El aceite esencial de caléndula se usa, especialmente, para los cuidados de la piel. En las zonas en los que la piel esté reseca o agrietada, el aceite de caléndula hidrata en profundidad. Por eso es muy útil para las durezas en los pies o los labios cortados o resecos por el frío o el sol.
Además, el aceite de caléndula desinflama los tejidos, por lo que es útil en el caso de chichones, moratones o varices o, simplemente, para mitigar las horrorosas bolsas de los ojos, ya que mejora la circulación cutánea.
Por otro lado tiene propiedades cicatrizantes, lo que hace que sea muy útil en la lucha contra el acné. Esta propiedad hace que se recomiende su uso tras tomar baños de sol, ya que la piel sufre mucho en estas ocasiones y el aceite de caléndula, hidrata y cura las pequeñas quemaduras.
Contraindicaciones. No debe usarlo bajo ningún concepto si está embarazada. No es apto para menores de seis años. Nunca debe usarse sobre heridas abiertas. Si siente alguna pequeña reacción alérgica suspenda el tratamiento.