El aceite esencial de árnica contiene arnicina, heterósidos, flavónicos, caroteno y magnesia. La árnica es una planta perenne de montaña que crece en zonas de clima frío como en los Alpes o el Pirineo, aunque, lamentablemente, cada vez hay menos árnicas que nazcan de manera silvestre en estas zonas. La árnica es una planta aromática muy usada para aliviar la tos y la bronquitis. Además, estimula la ciruculación sanguínea, regula el pulso.
Propiedades. La principal propiedad del aceite esencial de árnica es incrementar la circulación sanguínea local, lo que hace que sea perfecta para curar contusiones, chichones, hematomas, esguinces y dolores musculares, pero también ha demostrado ser muy útil en el caso de las varices. El aceite de árnica calma el dolor y mejora la debilidad muscular.
Como anticatarral. Hervimos las flores de árnica durante 10 minutos y tomamos el preparado filtrado 3 veces al día. Consulte al médico si va a usar este remedio, ya que interfiere con otros medicamentos.
Para el reumatismo, varices o golpes. Aplicar paños empapados en aceite esencial de árnica en la zona afectada tres o cuatro veces al día.
Para los pies cansados. Añadir unas gotas de aceite esencial de árnica al agua tibia. Mantenerlos en remojo diez minutos.
Contraindicaciones. No se debe ingerir ya que es una planta muy tóxica. Es resultado de su ingesta es un cuadro de vómitos, diarreas e, incluso, hemorragias. No debe aplicarse directamente, si no diluído en agua ya que puede dañar la piel. No se debe aplicar en heridas abiertas. No debe usarse enn niños, mujeres embarazadas y lactantes.
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